Enfrentando terrenos de difícil acceso, en montaña y cumpliendo misiones logísticas y de transporte, el ganado mular cumple una tarea fundamental para la Fuerza Terrestre. Es por ello que el Ejército está en plena ejecución de una nueva versión del curso de Conductor de Ganado Mular, el que prepara y entrena a los nuevos operadores de esta especialidad.

Son 20 los alumnos que actualmente están realizando esta instrucción impartida por la Escuela de Equitación del Ejército, la que contempla marchas y ejercicios en zonas cordilleranas. En total son 280 horas docentes en que los alumnos se instruyen en Mansedumbre, Conducción, Atalaje y Carga, Manejo Sanitario, Técnica de Trabajo en Terreno y Técnica de Combate.

El Jefe de Curso, Teniente Sebastián Rivera, recuerda la importancia de esta especialidad y la función que tienen estos animales, tanto en la Defensa, como en operaciones distintas a la guerra y apoyo a la comunidad. Así fue cuando, producto de un fuerte temporal, las nevazones aislaron a una comunidad en la localidad de Lonquimay y solo este ganado fue capaz de proveer de alimentos y otras especies a quienes hacen Patria en zonas montañosas.

“Como jefe de curso, tener la oportunidad de mandar a personas de distintas unidades, es bastante enriquecedor. Cada unidad tiene una realidad, con especialistas en montaña, otros que son cazadores andinos y uno, a través de sus experiencias, se va a nutriendo y aumentando la propia”, destaca el Teniente Rivera.

El Cabo 1° Patricio Castro es uno de los alumnos que, sin nunca antes haber cabalgado en caballo o una mula, se sumó a este curso, luego de haber conocido el positivo resultado de esta instrucción el año anterior por parte de sus camaradas de la Brigada de Operaciones Especiales (BOE) “Lautaro”. Confiesa que, a pesar de tener que iniciar de cero, la concepción que tenía sobre el ganado es totalmente distinta con la que comenzó.

“A nosotros nos entregan dos mulares a cargo y uno termina tratándolo igual que a una mascota, con mucho cariño, porque si no lo cuidamos, no nos va a llevar hasta donde quiero llegar”, explicó el Cabo Castro.

Si bien la mula no es tan dócil como un caballo, sus capacidades son superiores. Como especialista en montaña y parte de la BOE, el Cabo Castro destaca las posibilidades que esta especie tiene para la infiltración y carga de medios. “Ya llevamos tres semanas de curso, tomando confianza y superando algunas costumbres que pueda tener el ganado”, concluyó.

El curso de Conductor de Ganado Mular finalizará a mediados de junio, proveyendo a la Institución de una nueva generación de operadores de estas características, con la capacidad de enfrentar terrenos difíciles y entregar soluciones a la comunidad que así lo necesite.