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Los secretos de la Cripta de O'Higgins

Publicada: 19/08/2022

En pleno centro de Santiago, con vista hacia el Palacio de La Moneda, está la Cripta de O’Higgins.

Con acceso abierto a la comunidad, es el último lugar de descanso del Padre de la Patria, Capitán General Bernardo O’Higgins Riquelme. Además de evocar a la historia nacional y el nacimiento de la República, este sitio ubicado en la Alameda, arteria principal de la capital, (entre calles Zenteno y Nataniel Cox), está lleno de simbolismos poco conocidos por la ciudadanía.

El ingreso a este centro histórico cultural está custodiado por las tumbas de dos soldados desconocidos, ambos fallecidos durante la Guerra del Pacífico, dando la vida por la Patria.

Al centro de la Cripta está el Altar de La Patria, monumento de mármol construido en Italia bajo encargo de Pedro Demetrio O’Higgins Puga, hijo natural del libertador. En su base reza: «Aquí yacen esperando la resurrección de la carne el Excelentísimo Señor Don Bernardo O'Higgins, Director Supremo y Capitán General de la República de Chile, su patria. Murió en la serenidad de los justos el 24 de octubre de 1842».

Simbolismos a plena luz

La Cripta como tal fue inaugurada en 1979, luego que los restos del General O’Higgins fueran trasladados desde el Cementerio General. La obra consta de distintos simbolismos que vienen a honrar su memoria.

Al costado Izquierdo está la figura en mármol de un hombre joven, que representa al naciente Ejército. Él está sentado sobre un tambor bélico, simbolizando el fin del combate. Además, es portador de un frigio, sombrero asociado con la libertad. Conceptos que pueden ser interpretados como el alcance de la independencia después de la guerra.

El hombre es acompañado por un fasces, arma consistente en 30 varillas atadas por una cinta de cuero que forman un cilindro que sujeta un hacha. Su significado: si sacas una, se puede romper, pero todas juntas son inquebrantables.

Al costado derecho está una segunda figura, la de una mujer con una pluma y papel, la que evoca a la República, a las leyes y la ilustración.

Al centro está el féretro de 1,40 metros, donde efectivamente están los restos repatriados del prócer de la Patria, fallecido en el exilio, pero que volvió al país tras la petición de la familia.

La obra está coronada por un Trofeo de Armas, el que recuerda los hechos de armas de los que el General O’Higgins tuvo participación, como las batallas de Rancagua, El Roble, Chacabuco y Maipú. Está compuesto por una armadura romana, dos escudos, banderas y hachas.

Finalmente, la obra posee dos relieves, también en mármol, que ilustran el momento de la abdicación de O’Higgins y el ángel de la gloria entregando la corona de honor a la nueva república.

La Cripta es un espacio que está abierto al público y que recuerda el camino recorrido para ser una República independiente, y el hombre que impulsó la emancipación chilena de la Corona española.

 

 

Por Nicolás Borcoski M., periodista de la DIRECOME

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