Son chipas ardientes, que en lenguaje técnico se llaman “pavesas”. Vuelan con el viento y propagan un incendio forestal, pero el ocurrido en enero y febrero de 2022 en la lejana comuna de Timaukel, Región de Magallanes y la Antártica Chilena, rompió las marcas pues las chispas volaron hasta 20 kilómetros, multiplicando las llamas.
El enorme esfuerzo para extinguir el peligroso siniestro fue recordado por la Corporación Nacional Forestal (CONAF) de la Región, la que realizó en su sede un público reconocimiento a las instituciones que participaron en el combate, siendo una de ellas la V División del Ejército de Chile, en cuya representación asistió la Teniente Coronel Pamela Silva.
En el infierno, que consumió 1.400 hectáreas, con vientos de hasta 100 km por hora, estuvieron los soldados de las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIFEs) del Destacamento Motorizado N°11 “Caupolicán” y de la IV Brigada Acorazada “Chorrillos”, combatiendo el avance del siniestro en el bosque austral, mientras el Regimiento N°10 “Pudeto” dio alojamiento al personal de la CONAF.
La Teniente Coronel Pamela Silva agradeció el reconocimiento y destacó que gracias al trabajo conjunto se pudo contener el daño. “Fue muy dificultoso, además de las condiciones de viento, por la lejanía de los centros poblados”.
La actividad de reconocimiento fue encabezada por la Directora Regional de CONAF, Alejandra Silva, y el Jefe del Departamento de Protección contra Incendios Forestales de Magallanes, René Cifuentes, quien expresó que “la prevención y combate de los incendios forestales, como el de Timaukel, ya no es una labor exclusiva de CONAF, sino una acción de convergencia entre todas las instituciones”. Y anunció que en agosto se realizará un seminario para rescatar la experiencia, al que están invitados el Ejército y las instituciones colaboradoras.
Por Víctor Carvajal, periodista de la Dirección de Comunicaciones Estratégicas