En dependencias de la Brigada de Operaciones Especiales “Lautaro”, se iniciaron las pruebas de los nuevos paracaídas modelos T-11 y T-11R, importante modernización que implica un periodo de certificación y capacitación para el personal que se desempeña en esta especialidad.

Si bien, los equipos ya iniciaron su arribo a Chile de forma escalonada, para llegar a este punto, se debió realizar un proceso de capacitación a empacadores y jefes de salto por parte del fabricante.

“La necesidad de realizar esta modernización, está enmarcada dentro de los proyectos de renovación de material de operaciones especiales y de completación de capacidades militares y estar a la vanguardia como Ejército, lo que significa poder operar material en uso por los países más desarrollados militarmente y que permita una homologación e integración con estos mismos durante los diferentes ejercicios de operaciones especiales combinados que se realizan tanto en Chile, como en el extranjero”, explicó el Teniente Coronel Cristián Lizárraga, jefe de salto a cargo de la prueba.

“La principal diferencia radica en que el T-11 posee una nueva cúpula de diseño aero-crónico, lo cual permite una mayor estabilidad durante el descenso del paracaidista. Este material fue probado extensamente por el Ejército de Estados Unidos bajo varios tipos de malfuncionamientos de la cúpula principal, probando que el T-11R (paracaídas de reserva) es mucho más fiable y eficaz que el anterior paracaídas T-10R”, agregó el oficial.

El primer salto fue realizado por el Capitán Pablo Henríquez P., proceso está orientado a comprobar las prestaciones técnicas y operativas del nuevo material, empleando para ello estrictos controles de seguridad con personal de esta BOE y de la ESCPAR y FEs. 

En su experiencia, “el paracaídas T-11 supera al reemplazado T-10D, ya que su velocidad descenso es más lenta por ser un 28% más grande, además soporta más carga, dando una seguridad al paracaidista que salta con su equipamiento completo, como chaleco con placas, fusil, mochila y bolsa auxiliar de carga, lo que vendría a dar mayor confiabilidad y menos lesiones a los paracaidistas”.
“Esta nueva adquisición viene a dar mayor seguridad y aumenta la capacidad de las tropas aerotransportadas dado a su capacidad de carga disminuyendo la oscilación debido a su diseño lo que se llevará a completar con éxito cualquier operación aerotransportada con el paracaídas T-11”, agregó el oficial.

Está programado que durante 2022 el Ejército realice un periodo de capacitación del personal de la Escuela de Paracaidistas y unidades de Operaciones Especiales, previendo que en 2023 se realizarán los primeros cursos de paracaidistas con este nuevo equipo. De esta manera, se entrará de lleno a la puesta en marcha definitiva del T-11.