Recientemente, la Sección de Exploración y Rescate O’Higgins (SERO) perteneciente a la dotación de la Base Antártica del Ejército efectuó un entrenamiento en técnicas de desplazamiento y rescate en grietas, actividad que resulta vital para la supervivencia de la dotación, ya que este tipo de obstáculos naturales están presentes en gran parte de la zona de empleo de la unidad.

En esta ocasión, se evidenció una grieta en el sector denominado La Cruz, situada  a 1.000 metros del refugio “Rancagua”. La complejidad de la existencia de esta grieta está asociada al acceso a la pista de anevizaje, a 5.000 metros de la Base, lo que le permite la conectividad aérea con el resto del continente, en lo referido a aeronaves de ala fija.

La actividad permitió identificar la profundidad y ancho de la grieta (20 metros de profundidad y 2 metros de ancho) y dirección de esta. Así, se levantó una nueva ruta para acceder a la pista de anevizaje.

Este entrenamiento requiere un acabado conocimiento técnico, tanto del equipamiento especial, como de un avanzado conocimiento del comportamiento del manto nivoso, señala el Comandante de la Base Antártica del Ejército, Teniente Coronel Eugenio Moya G. “Se trata de una actividad crucial, ya que encontrarse con una de ellas durante la exploración constituye un riesgo permanente. De esta forma,  el entrenamiento en ellas refuerza las competencias adquiridas previamente por los especialistas de la SERO”.

“El entrenamiento y el refuerzo de competencias adquiridas son fundamentales para mitigar los riesgos. Cada actividad de instrucción es analizada y evaluada a través de las respectivas matrices y el trabajo de los exploradores es fundamental para dar cumplimiento a la misión institucional”, indica finalmente el oficial.