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Capitán Molina, la primera observadora militar en el Líbano: “las mujeres estamos capacitadas para poder cumplir todas las misiones que realizan los hombres”

Publicada: 13/08/2022

Nació en Santiago, pero su familia se trasladó hasta Pichilemu, ciudad desde donde eligió la carrera militar y vivir alejada de sus padres. Hoy la Capitán Claudia Molina asume un nuevo desafío en su carrera, aún más lejos de sus seres queridos, y de paso, hacer historia al convertirse en la primera mujer asignada como Observador Militar del Grupo Líbano, en Medio Oriente.

“Siempre he tenido la inquietud de postular a las distintas misiones de paz en que participa el Ejército. Este año se dio la oportunidad de hacer una que, por lo demás, es mucho más grande, explica la oficial, quien por estos días realiza un curso de preparación en Centro Conjunto para Operaciones de Paz de Chile (CECOPAC), para enfrentar esta misión.

El Ejército de Chile participa en esta misión de paz desde 1997 y los oficiales que participan en ella como observadores militares tienen la tarea de detectar posibles hechos de armas en zonas en conflicto. Tarea de alta tensión, pero a la que cada año los integrantes de la Institución postulan para ser parte. La oficial explica que es una forma de representar que las mujeres estamos capacitadas para poder cumplir todas las misiones que realizan los hombres y en todos los aspectos”.

Desde hace tres años cumple funciones como Comandante de Pelotón de Abastecimiento en la Brigada Motorizada N° 24 “Huamachuco”, en Putre, en pleno altiplano, el escenario más duro de la zona norte del país. Quizás es por ello, reconoce, que la distancia con la familia será más llevadera para enfrentar esta misión que la tendrá en el exterior por 12 meses.

La misión es compleja y llena de sacrificios, pero, a la vez, da la oportunidad del crecimiento profesional de todo militar. “Nos entrega la posibilidad de poder trabajar de forma integrada con otros países, organizaciones y ejércitos y poder ver una realidad distinta a la nuestra. Vivimos en paz, pero entrenamos para la guerra”, explica la Capitán Molina.

“La experiencia que voy a tener como cualquier persona que se desempeñe como observador, es una que puede servir en cualquier ámbito del Ejército, puede ser en un instituto de formación, pero también en cualquier unidad, porque a la gente también le interesa saber de este tipo de experiencias, conocerlas y lo que significa vivirlas”, dice la Capitán, invitando a que en los próximos años existan más postulantes, porque “van a tener una experiencia de vida y trabajo distinta”.

Su travesía comenzará a fines de octubre, con todas las herramientas proporcionadas por el Ejército para ejecutar exitosamente este nuevo desafío. Su regreso será lleno de experiencia y conocimientos que transmitirá a sus camaradas, sellando así un nuevo año del compromiso de la Institución con las misiones de paz.

Por Nicolás Borcoski M., periodista de la DIRECOME

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