Enfrentando los escenarios anfibios más duros de Nueva Caledonia, en el Pacífico, dos suboficiales del Ejército de Chile superaron exitosamente el “Curso de Jefes de Pelotón”, organizado por el Centre d’ Instruction Nautique Commando (CINC), de las Fuerzas Armadas francesas, enfocado especialmente en las operaciones anfibias.

Por un periodo de dos semanas, el Sargento 2° Felipe Cavieres M. y el Cabo 1° Cristián Diaz M., fueron parte de los militares extranjeros que participaron de este curso de alta exigencia, junto a representantes de ejércitos de Francia, Australia, Papúa Nueva Guinea, República de Fiyi y Tonga.

El objetivo principal de esta instrucción fue optimizar las capacidades como Comandante de Pelotón del personal en lo táctico, técnico y físico, además de potenciar el liderazgo y combate. Con este objetivo, los efectivos militares enfrentaron duros desafíos físicos en canchas de infiltración acuática desde plataforma aérea, kayak, bote de goma y lancha rápida; emboscada, combate cuerpo a cuerpo, desarrollo de planificación, entre otros.

Los dos integrantes del Ejército poseen la experiencia de haber participado en misiones de paz en el extranjero. En este caso, tanto el Sargento 2° Cavieres como el Cabo 1° Díaz participaron en la Operación de Paz en Bosnia- Herzegovina, en 2010 y 2019, respectivamente.

“La experiencia fue una tremenda oportunidad para mí, en el sentido de que pudimos interactuar e interoperar con otros ejércitos. Fue muy enriquecedor saber cómo operan en otros países, la calidad de sus soldados y también para medir el nivel en el que estamos los soldados de Chile”, explica el Cabo 1° Díaz, haciendo hincapié en “siempre estar preparado”. “Los entrenamientos que entrega el Ejército de Chile son los suficientes para operar con otras instituciones, hay que estar preparados a conciencia, porque cuando la oportunidad se presenta, hay que estar listos y prestos para participar”, agregó.

Por su parte, el Sargento 2° Cavieres destaca que el nombre de la Institución quedó bien posicionado ante sus pares extranjeros. “Representamos al Ejército y a Chile, éramos los únicos latinoamericanos invitados, y había que dejar la vara alta para las futuras generaciones que invitaran. En ese sentido, creo que quedó una gran impresión del país y que nos seguirán invitando”.