Con temperaturas bajo cero y condiciones adversas a la que no cualquier persona está acostumbrada, un grupo de 50 integrantes de la Compañía Divisionaria N°20 “Cochrane” realizaron un ejercicio multiescalón táctico-técnico en Campos de Hielo Norte, sometiéndose a una ardua certificación de vida e instrucción en terrenos glaciares. 

Esta instancia fue el escenario para poner en práctica todo lo aprendido durante dos años. Y es que de manera focalizada cada integrante que participó de esta instancia, previamente, debió entrenar la teoría y práctica del empleo como inserciones anfibias, infiltración pedestre y desplazamiento de medios motorizados, para enfrentar de buena manera esta certificación y con ello lograr un alto estándar operativo en estas zonas de difícil acceso. 

“La experiencia que vivió cada uno es indescriptible, ya que solo unos pocos habíamos tenido la experiencia de ir antes a Campo de Hielo Norte. Gracias a este tipo de ejercicios, los Soldados de Tropa Profesional y personal en general entienden la importancia del entrenamiento riguroso y en las condiciones más reales posibles”. Así, simulando un escenario específico los soldados pudieron experimentar la labor que debe hacer el Ejército en caso de que fuera necesario y vivir la adrenalina, templanza y emociones que pudo percibir el Comandante de la Compañía Andina Divisionaria N° 20 “Cochrane”, Teniente Coronel Francisco Peña, en cada uno de los participantes. 

Sin ir más lejos, este tipo de instancia entrega un aporte significativo a la carrera del militar, ya que se obtienen experiencias que no se pueden leer en un manual o un reglamento y que por el solo hecho de vivirla, aporta un valor invaluable al soldado. Asimismo, expresa el Comandante de Sección Sargento 2° Diego Isla quien estuvo a cargo de los Soldados de Tropa Profesional, “principalmente esto ayuda a estar cada vez más preparado en situaciones complejas que ameritan poner en práctica todo lo aprendido y vivido a lo largo de la carrera y así poder tomar las mejores decisiones”. 

Es así como con marchas de más de 90 km, realizados en ocho días, el Teniente Coronel Peña calificó la certificación como positiva puntualizando que “todo lo anterior puso a prueba la capacidad de desplazamiento, maniobra, combate y sobrevivencia del personal de esta unidad en terrenos glaciares”. 

Cabe destacar que para un especialista en Montaña este tipo de experiencias es necesaria y ayuda a fortalecer el espíritu de cuerpo, la fortaleza mental-física, el compañerismo, el trabajo en equipo, la prudencia y liderazgo que incluso prueba a los más avezados montañeses, debido a lo exigente del medio y la misión. 

Por Andrés Armijo Salvadores, periodista de la DIRECOME.