En el patio de honor de la Escuela de Suboficiales, se desarrolló la ceremonia en que los soldados dragoneantes recibieron de manos de sus familiares, el yatagán, símbolo de los alumnos que integran este instituto matriz y que los acompañarán durante todo su proceso formativo.
Esta arma representa el valor de sus sobrias líneas, una vida nueva, cuya senda está señalada por quienes han precedido en las tareas de servir a la Patria bajo la bandera de su Ejército. Esta posee la fuerza sacramental que modifica su condición de soldados y les confiere el respaldo de madurez, haciéndoles vivir la responsabilidad de las virtudes militares del valor, del heroísmo y del estudio en los que descansa el prestigio de la Institución.
En su discurso, el Director de la Escuela de Suboficiales, Coronel Enrique Rebolar S., entregó un mensaje a los dragoneantes: “Lleven orgullosos su uniforme y su yatagán, luzcan gallardos y sean conscientes de la responsabilidad de dignificarlo, cuidarlo y prestigiarlo como un tributo a quienes nos precedieron, incluso con el sacrificio de sus vidas en aras de la patria”.
Posteriormente, los alumnos de los Batallones de Armas y Servicios realizaron la promesa, en que se comprometieron a servir fielmente a la Patria, cumpliendo los principios de orden, obediencia, lealtad y disciplina. Después, sus padres les entregaron los yataganes, representando el compromiso con el Ejército de Chile y el país.
Al respecto, el Soldado Dragoneante Joaquín Márquez L., manifestó que recibir el yatagán “para mí es algo muy significativo, porque es una ceremonia muy especial que representa lo que hemos logrado en la Institución y el motivo por el cual uno ingresa, que es por vocación y amor a la Patria”.
Por su parte, la Soldado Dragoneante Daniela Iturrieta L. explicó que “es un orgullo, porque desde pequeña quería ser militar, y lograr esto es cumplir con mi sueño, ayudando a las personas, servir a mi país. Para mi familia también lo es, porque ellos me entregan el yatagán y fueron los que me ayudaron a estar acá”.
La participación de las familias en esta ceremonia es primordial, un ejemplo de esto es el de Marcela Muñoz, mamá del Soldado Dragoneante Benjamín Lafuente M., quien relató que “nosotros somos de Punta Arenas y venimos junto a su hermano gemelo, su abuelo y mi hermano, que es de Santiago. Para nosotros es muy importante que mi hijo cumpla su sueño, el que tenía desde niño, y me encanta el sacrificio que ha hecho por cumplirlo. Estoy orgullosísima de él”.
A su vez, Ester Epulef P., abuela del Soldado Dragoneante Andri Obando L., mencionó que “es un tremendo orgullo para mi acompañar a mi nieto en algo tan hermoso para él, para su vida. Para nosotros también lo es tener otro militar en la familia, y por eso estoy acá”.
El Yatagán
El Yatagán es un arma blanca de hoja recurvada o de doble curva, símbolo que expresa tácitamente su entrega total a la Patria, e involucra un compromiso con Chile que ratificará ante Dios en el Juramento a la Bandera.
Este acto es uno de los más emotivos en la vida militar, por cuanto se recibe el arma que la Patria entrega al soldado para defenderla y queda oficialmente investido como dragoneante.