En los imponentes paisajes precordilleranos de la Región de O'Higgins, el Ejército de Chile y la Fuerza Aérea realizaron el Curso de Supervivencia, Evasión, Resistencia y Escape (SERE) conjunto 2025, en el predio militar Nogales. Esta rigurosa capacitación está orientada a tripulaciones de vuelo de operaciones especiales, entregándoles técnicas avanzadas para sobrevivir en entornos hostiles, evadir amenazas, resistir en caso de captura y escapar de situaciones adversas.
El jefe de curso, Capitán Eduardo Montenegro F., destacó que el propósito fundamental del entrenamiento es preparar a las tripulaciones para operar de manera eficaz y eficiente en el campo de batalla moderno, integrando unidades de operaciones especiales. "El principal reto es vencerse a ellos mismos y vivir un periodo adverso que simula el derribo o desperfecto de una aeronave en territorio hostil," señaló.
Durante el curso, que fue integrado por alumnos del Ejército y de la Fuerza Aérea de Chile, desarrollaron habilidades clave, entre ellas la construcción de refugios, captación y purificación de agua, preparación de fuego, recolección de alimentos, caza y primeros auxilios. Además, practicaron técnicas de evasión como navegación, marchas superiores a 15 kilómetros diarios, combate y rapel. En la fase de resistencia, aplicaron métodos del modelo OTAN bajo el marco del Convenio de Ginebra, fortaleciendo la resiliencia y capacidad de respuesta ante escenarios adversos.
Entre los representantes del Ejército, destacó la participación de una mujer piloto de helicóptero, demostrando el alto nivel de preparación y competencia que se exige en las Operaciones Especiales. Su presencia en el Curso SERE refleja el compromiso del Ejército de Chile con la formación integral de sus integrantes, donde las capacidades y el desempeño en terreno son los verdaderos indicadores de excelencia. "Ha sido una experiencia enriquecedora compartir con la Fuerza Aérea, lo cual nos permitió afiatarnos más como instituciones hermanas," señaló la Oficial, la única mujer en este riguroso entrenamiento. Además, resaltó que "el mayor desafío fue conocer nuestros límites, enfrentando el frío, el sueño y el hambre para culminar bien este curso".
El Teniente Coronel Carlo Bertoló M., Director de la Escuela de Aviación del Ejército, subrayó la relevancia del Curso SERE en la formación de las tripulaciones. "El curso lleva más de 10 años realizándose y se ha mantenido relativamente similar en su diseño, ya que está basado en la doctrina establecida para este tipo de entrenamiento," comentó. Además, destacó que “uno de los objetivos es que los alumnos, en situaciones adversas, puedan asumir el mando de una patrulla y tomar decisiones críticas en terreno”.
Por su parte, el Oficial de la Fuerza Aérea, resaltó la importancia de los aprendizajes adquiridos para la supervivencia en entornos hostiles, destacando el apoyo del Ejército en el curso. "Se agradece la buena voluntad y predisposición para compartir su conocimiento. A mí me tocó la patrulla con un teniente de Ejército, quien demostró su calidad profesional y nos apoyó constantemente. A pesar de su mayor conocimiento en orientación terrestre, compartió la información sin problemas y nos hizo sentir parte del equipo. Fue una muy buena experiencia", destacó.
La formación se extendió por una semana, replicando condiciones reales de combate en los precordilleranos de la región. "Los escenarios montañosos del territorio nacional son ideales para poner a prueba estas capacidades", agregó el Capitán Montenegro.
Este curso no solo fortalece las habilidades individuales, sino que promueve la interoperabilidad entre el Ejército y la Fuerza Aérea, estandarizando técnicas y aumentando la capacidad de respuesta conjunta. "Genera un trabajo mancomunado y homologado entre las unidades pertenecientes al Comando de Operaciones Especiales del Ejército de Chile," puntualizó Montenegro.
Finalmente, el Teniente Coronel Bertoló proyectó que, en el futuro, se espera actualizar los procedimientos del curso en línea con los avances del campo de batalla moderno. "Es esencial para el entrenamiento del personal militar, ya que entrega importantes competencias para sobrevivir en zonas hostiles, además de facilitar el rescate y reforzar la resiliencia ante situaciones de alto estrés", concluyó.
Con la realización de este curso, el Ejército de Chile y la Fuerza Aérea reafirman su compromiso con la formación de tripulaciones capacitadas y preparadas para enfrentar los desafíos del campo de batalla, consolidando su preparación en Operaciones Especiales y fortaleciendo la integración conjunta.