Después de un complejo año 2020 marcado por la pandemia y donde la Gran Parada Militar fue suspendida como medida preventiva, este 19 de septiembre la ciudadanía se reencontró con una de las más importantes tradiciones republicanas, establecida desde 1915 en honor a las Glorias del Ejército. Con un peak de sintonía de 33 puntos, los televidentes vieron desfilar de manera impecable a las Fuerzas Armadas y de Orden.

En esta instancia, una de las imágenes más características es aquella donde se inicia el desfile, con el Tambor Mayor en primer plano y la locución que señala: “se da inicio a la Gran Parada Militar con el encajonamiento de las bandas de Guerra e Instrumental de la Escuela Militar del Libertador, General Bernardo O’Higgins Riquelme”. Este año, tal honor y responsabilidad fue asumida por el Cadete de tercer año del Instituto formador de oficiales, Kevin Vergara M.

La reciente Parada Militar fue especial para el futuro oficial, pues fue designado para ser Tambor Mayor en diciembre de 2019, pero debió aguardar casi dos años para iniciar el tradicional desfile ante las más altas autoridades del país. “Es motivo de un gran orgullo desempeñar esta función, ya que significa tener un excelente rendimiento como alumno y a la vez, exige mucho trabajo previo”. 

Con 24 años y 1 metro y 94 centímetros de estatura, el cadete Vergara señala que este período de preparación alista al Tambor Mayor para llevar el Bastón de Mando con total seguridad y marcar el paso regular, los toques de pitos y cajas o el inicio y término de una marcha. “Al principio es muy complejo, pero gracias a la experiencia de los instructores y los ensayos, que son muchos, finalmente se adquiere la destreza”.

Oriundo de Antofagasta y nieto de un Suboficial Mayor de Ejército e hijo de un Suboficial Mayor de la Fuerza Aérea, el cadete Vergara terminó de convencerse de ingresar a la Escuela Militar por las experiencias contadas por amigos que siguieron la carrera de las armas. “Estudié Ingeniería en Geomensura y Geomática durante dos años, pero finalmente mi vocación militar fue más fuerte. Reconozco que la experiencia universitaria me sirvió para aprobar ramos científicos y también por tener integrada una metodología de estudio. No ha sido fácil estar lejos de mi familia, pero uno se acostumbra gracias a la camaradería”.

Después de este emotivo día que recordará siempre y del abrazo orgulloso de sus padres ese mismo 19 de septiembre en la Escuela Militar, el cadete Vergara ya piensa en la Parada del próximo año 2022, instancia donde él volverá a ser Tambor Mayor de las bandas de Guerra e Instrumental de este Instituto. Y más allá en el futuro, su deseo es integrarse al Arma de Artillería y como especialidad secundaria, piloto de helicóptero. “Hoy, son muchos los desafíos para un oficial de Ejército, pero así también, muchas las herramientas para cumplir las metas”, concluye.