Todas las unidades que componen la V División de Ejército acreditaron la capacidad de alistamiento operacional con que cuentan el extremo sur de nuestro país. Para ello, más de 1.200 hombres y mujeres se trasladaron hasta los campos de instrucción y entrenamiento “Santa María” en Punta Arenas y “Las Mercedes” en Porvenir para realizar un ejercicio multiescalón denominado “Jauken”, el cual representa el fuego ancestral.

“Hemos logrado un alto nivel de entrenamiento tanto diurno como nocturno. Los integrantes de la V División son soldados que están ambientados en esta tierra de sacrificio y con la voluntad de vencer. Nosotros tenemos que estar preparados para tener un alto estándar operativo en estas condiciones climáticas”, indica el Comandante del Destacamento Motorizado N° 11 “Caupolicán”, Coronel Martín Mujica, bajo el agua nieve y un fuerte viento.

Sin duda, lo que sale a relucir en este tipo de ejercicios es el alto nivel de entrenamiento  de las unidades, pero también las virtudes militares donde oficiales, suboficiales, soldados de tropa profesional y soldados conscriptos dejan sobre la tierra húmeda y escarchada la satisfacción del deber cumplido, tanto de su propia labor como también del trabajo en equipo con sus camaradas. “Estar en un ejercicio tan grande con otras unidades implica un mayor realce, además uno como comandante tiene que tener claro las técnicas y la manera táctica de cómo mover a los hombres. Esto más que un compromiso de entrenar, es una responsabilidad”, explicó el Subteniente Andrés Varela, del Destacamento “Caupolicán”.

Es así como en un entrenamiento simulado, las piezas de Artillería comenzaban los fuegos para despejar el área enemiga junto a los morteros, para dar paso a la Caballería Blindada, que con Tanques se desplazaba por la Pampa Magallánica realizando tiros certeros en los objetivos.

Mientras tanto y kilómetros más allá del estrecho de Magallanes, las unidades de Infantería realizaban su entrenamiento descendiendo de los carros M113 para entrenar una inserción pedestre y conquistar el objetivo simulado.

“Orgulloso de ser parte de la V División y del Ejército de Chile (…) sin duda ha sido una experiencia muy desafiante, pero a la vez enriquecedora. Además, contento de poder representar a la compañía de fusileros”, manifestaba el Soldado Conscripto Sebastián Mardones, del Destacamento “Lanceros”, respecto al ejercicio que finalizaba en la zona más austral de Chile.

De esta manera la V División demuestra una vez más la integralidad de sus unidades, que enfrentando las adversidades climáticas de la zona, dejaron en evidencia su óptimo entrenamiento que permite un alto estándar operacional.

Por Andrés Armijo, periodista de la Dirección de Comunicaciones Estratégicas.