Ser montañés es una elección, un camino en que uno debe decidir si está dispuesto a sortear arduas pruebas para obtener la especialidad y lucir la Boina Verde del Ejército, pero sobre todo disfrutar de las competencias y habilidades que entrega este curso, como son el contacto con la montaña y naturaleza.  

Esto es lo que hace 67 años, sentían los primeros soldados en completar el curso de Montaña en el año 1955. Es por lo mismo que hoy, siguiendo esa vocación, 51 integrantes de la Institución finalizaron exitosamente el Curso de Montaña 2022. 

Para ser parte de este curso se requiere que los postulantes estén aptos física y psicológicamente, por lo mismo al momento de postular, oficiales y suboficiales deben rendir, en dos fases de postulación, variados exámenes médicos, teóricos, prácticos y físicos relativos a las operaciones en montaña, donde nada queda al azar. 

“Nuestros alumnos son preparados especialmente para asumir su rol como 'Instructores Militares de Montaña' en la Fuerza Terrestre, por medio de una alta exigencia física, psicológica, técnica y táctica para instruir, conducir e integrar las tropas de montaña, de acuerdo con su nivel de mando”, así es como el Jefe de Cursos Capitán Carlos Williams C., destaca el propósito de esta preparación, la cual tiene una duración de un poco más de seis meses. En ella, los alumnos deben sortear bajas temperaturas en las altas montañas, aprender técnicas de supervivencia, tiro, escalamientos en rocas y ascensos por acantilado; sin duda experiencias únicas que ayudan al alumno a comandar una unidad, con las inclemencias propias de la vida de montaña. 

Así bien lo sabe el Cabo 2° Cristian Hernández, integrante de la III División de Montaña, quien luego de haber sufrido una lesión hace dos años en el curso, debió realizar una extensa recuperación con un solo objetivo, ser parte de las Boinas Verdes. “En un principio me dijeron que no podría volver a caminar, sin embargo, con perseverancia y con las ganas de ser montañés aquí estoy (…) Son varias cosas las que uno pasa en el curso, y la familia es fundamental para salir adelante, me siento orgulloso de representar a la especialidad más antigua del Ejército”, indicó el Cabo 2° Hernández. 

“Al analizar nuestro territorio, se obtiene que gran parte de él tiene alguno de los factores que definen el ambiente de montaña, como altitud, geografía abrupta, clima atípico y condiciones de nieve y/o glaciación. Por tanto, se exige que nuestro Ejército cuente con tropas de Montaña con un alto grado de alistamiento operacional”, describe el Capitán Williams sobre las capacidades técnicas y conocimientos necesarios que obtuvieron los alumnos en la “Cuna de Cóndores Guerreros”, quienes a partir de este momento, por ejemplo, pueden integrar y liderar una PARME. 

“Creo que nuestros alumnos se deben sentir orgullosos del nivel y estándar alcanzado durante este largo, desafiante y exigente proceso donde estuvieron sometidos a un ritmo de combate dinámico, con acotados tiempos de libertad y sometidos a los riesgos y condiciones inherentes que presenta la montaña, como la altitud, bajas temperaturas, viento blanco, hielo y avalanchas”, puntualiza el Jefe de Curso. 

De esta manera con el lema de la Escuela de Montaña "Persevera y Vencerás", el Ejército da la bienvenida a la gran cordada de montañeses del Ejército, “en la cumbre, los mejores”. 

Por Andrés Armijo Salvadores, periodista Dirección de Comunicaciones Estratégicas del Ejército.