Quiénes Somos

...

Asalto de Talcahuano

La falta de persecución del derrotado ejército realista después de la Batalla de Chacabuco (12 de febrero de 1817) fue una de las cuestionables decisiones del mando patriota, pues significó que la contienda se prolongara hasta mucho tiempo después. El coronel realista José Ordóñez se había encerrado en Talcahuano, por lo que el entonces Director Supremo, general Bernardo O’Higgins, se dirigió a la ciudad a administrar las operaciones. Del primer reconocimiento de la plaza fortificada de la ciudad, concluyó O’Higgins que era más sólida de lo que había imaginado. Escribió a San Martín: “Ha pensado el Virrey entretenernos en este punto, pero se equivoca. Talcahuano debe ser nuestro”. Era necesario privar a los realistas de los suministros que Ordóñez obtenía de otros puntos ocupados por sus efectivos, de hecho, era dueño de toda la banda sur del Biobío y mantenía allí algunos fuertes. Además estaba en una excelente posición defensiva  y contaba con el dominio marítimo -tenía a su servicio la fragata Venganza y la corbeta Sebastiana, junto a otras embarcaciones armadas. A mediados de octubre, O’Higgins logró iniciar un sitio formal al recinto fortificado al recibir refuerzos desde Santiago, ascendiendo su fuerza a aproximadamente 3.700 hombres. Ordóñez por su parte contaba con cerca de 1.700 efectivos. Al amanecer del 6 de diciembre, las fuerzas patriotas realizaron un asalto a la plaza, pero este resultó un fracaso. O’Higgins debió abandonar esta empresa, pero no se desanimó. Había partido desde Lima una división de 2.300 hombres al mando del general realista Mariano Osorio, por lo que San Martín le ordenó levantar el sitio y retirarse al río Maule, iniciando su retorno en enero de 1818. A mediados de mes había desembarcado en Talcahuano el ejército de Osorio, el cual fue reforzado con las tropas de Ordóñez, comenzando de inmediato la persecución del ejército patriota. 

Ejército de Chile

Av. Tupper 1725, Santiago Centro - Chile
+56 2 2693 4000 (Central Telefónica)
|