Se publica un bando llamando al servicio militar a todos los ciudadanos entre 16 a 60 años de edad, y se les ordena reconocer cuartel.
En Chile, la recientemente instalada Junta de Gobierno se preocupó de organizar las primeras unidades del Ejército, instruirlas, equiparlas y preparar la defensa de los territorios del Reino. Así lo demuestran los intentos de conformación de un batallón de Infantería; unidades de Caballería y unidades de Artillería, en el caso de esta última irían a reforzar las ya existentes provenientes de período colonial. Por otra parte, se incentivó la adquisición de armas y a los ciudadanos que se presentasen armados a cualquier cuerpo militar, otorgándoles un escudo al brazo con el lema “Con su valor y espada salvo la patria amada”. Así, se llamó al servicio de las armas a todo hombre libre en estado secular, desde los 16 a 60 años.